Pero como el tiempo es una ocurrencia nuestra, es lógico que podamos hacer con él lo que querramos. Por ejemplo, se me viene a la mente la historia de esa mujer de Estados Unidos que desea ser la más gorda del mundo, y que para eso (obvio) come y come. Para ella, su tiempo está relleno (como ella) de horas del desayuno, almuerzo, merienda, lonche, cena y tentempié. Su hazaña puede verse por webcam pero en realidad...¿a quién se le ocurriría gastar su tiempo en ver cómo va tapando sus arterias y ensanchando el cinturón? Casi como una metáfora de la humanidad. Además, Homero Simpson ya hizo lo mismo para dejar de ir al trabajo. PerdisteS tu tiempo, gorda.
Otra quien maneja el inexistente tiempo como le da la gana es Madonna. Claro, porque para ella el tiempo pasa despacito. En su caso, el tiempo se bifurca hasta crear una disparidad de criterios, pues mente y cuerpo desarrollan una dialéctica que los lleva a expresar opiniones contrarias; las mismas que pueden causar peleas, divorcios, o reparto de territorios entre los 13 del Gallo. y seguramente Madonna ya vivía para ver esto último.
Pero claro, están también a los cuales el tiempo les llega. Y no me refiero a los colegiales que se tiran la pera, sino al sistema solar y en específico a Plutón, quien se toma todo el tiempo de miles de vidas en girar y hacer su órbita...porque no tiene nada más que hacer, porque allá el tiempo no existe y porque finalmente, Plutón ya no es un planeta. ¿No lo sabías? bueno, igual a nadie le importa. aunque igual pobrecito, a él también debería protegerlo Lundú.
Y bueno, también están los monses que no pierden ni un ratito. Y no me refiero a los de cobranzas coactivas, sino al mar. Y es que, cuando se trata de tsunamis, el mar va rapidito y se va rapidito. Y si te agarra, ya fuisteS....como dice una frase filosófica que escuché por ahí: "Cuando parece que el mar se aleja es porque viene con más fuerza"
Y bueno...perder el tiempo es en realidad, nada. Así que si este post fue una pérdida de tiempo, allá ustedes.