Animal Planet

Y luego de un par de días de pensarlo y terminar de digerir todo lo que hice y vi el fin de semana estoy lista para dar cuenta de todo. Pues resulta que el jueves y viernes tuve, como nunca, la ocasión de estar destruyéndome en dos conciertos que valieron la pena. Y a este paso este blog pasará a ser súper farandulero, a que sí.

Empecemos por el jueves. Era 13 de noviembre. Día sagrado para la autora de este blog porque hace un año sucedió lo imposible: la chata Björk fue a cantar ahí, por la Javier Prado. Baja en Aviación por favor. 8 de la mañana y a hacer cola con mi entrada planchadita y puesta en un sobre de esos en donde se guarda plata. Y luego salir a las 11, sin voz pero feliz. Un gran día. Pero exactamente un año después, el jueves, los ánimos iban para otro lado. Animal Collective llegaba a Lima para presentarse GRATIS, o sea, ni Ferrando pudo hacer mejores negocios con cuco. Y si Björk cobró un sencillo nomás, ellos llegaron gratén.

Un poco chancado pero colgable

Llegué como a las 2 de la tarde y ya estaban mis amiüitos dando vueltas por ahí. A esa hora el panorama no se veía muy positivo porque había poca gente y los ánimos no destacaban precisamente, por más que un edificio de en frente tuviera un tremendo cartelón que decía "Adelante". La gente prefería refugiarse en sus ipods, Perú21 y sus crípticas conversaciones de arty. Mientras, yo trataba de taparme del sol para no quemar más mi nariz hasta que un tío de seguridad me sacó de la cómoda sombra donde estaba acomodada para mandarme allá, con la quemada plebe, a hacer colita. Cómo se atreve. Mientras, Magaly y Rosa María Palacios me mandaban desde el frente una mirada cachacienta.

¿y que tu no estabas en cana?

Y así pasó la tarde, entre conversas, agua del edén y caramelos ambrocola. Hasta que de pronto, se hizo de noche y toda la calle se llenó. Hagan cola de 1. Pases rosaditos y un tío que me quitó mi botella de agua (pero no pudiste quitarme mi cámara lero lero) Me senté en la tercera fila a esperar. Primero, los Shaolines del Amor. No, yo tampoco sé quiénes son. Me imaginé, por costumbre impuesta gracias a la poco imaginativa escena rockera nacional, a un grupete de música punk o ska. Uno más de esos. Pero en verdad fue una presentación de video arte con música. Muy bonito. Aplaude y di algo más o menos inteligente para que no te miren feo. Recuerda que estás entre gentita arty.

Shaolines go home

Y luego llegó Animal Collective. Todo bien, y con un sonido genial. Hasta que al cantante se le ocurrió gritar, con sonido procesado y rímico: stand! y de pronto una masa histérica se me vino encima y yo no quise hacer nada más que esconderme bajo la butaca, pero soy muy grande para entrar ahí. Asustada, me quedé parada donde mi asiento y resulté más o menos por la cuarta fila. Nada mal. Eran varios set de canciones sin pausa. Reconocí varias del último cd y la pasé bien. No tanto como para que todos griten y pogueen (porque en el Perú la gente es capaz de poguear hasta con Leo Dan) pero suficiente para estar feliz, grabar videos y tomar fotos en paz.

yieee

Todos salieron felices y bien cansados. Los que teníamos todavía un concierto pendiente por ir en el Estadio Nacional no sabíamos si aguantábamos, pero haríamos la prueba. Un rato de fotos y conversación con mis amigos y de ahí a tomar la 73 donde me encontré, una vez más, con el mismo pata gordo pelón y de lentes que insistió en cruzarse por mi campo visual durante todo el día. ¿será señal de algo? sí, de que los gordos grandotes ocupan mucho espacio en el mundo. Chau.


1 comentario:

mandr dijo...

Que buena! Nunca me he encontrado con algun amixer en el micro. Mucho menos en la 73. Espero que las ambrocolas no hayan sido el fruto de nuestra amistad jajaja