El circo del Estadio (invitada especial: La Pituca)

#remlima Fue un día de esos en que todos tus planes se van al carajo. Pongámoslo así: tenía clase de 8 a 10 y pensaba estar como a las 11 por el estadio. Pero me dieron las 2 recontra lejos de mi casa, del estadio, con ropa incómoda, sin entradas, sin almorzar y con el celular muriendo. Como quien dice, me agarró con los pantalones abajo. Un taxi a casa, 15 soles. Un almuerzo apurado y al borde del atragantamiento, 5 lucas. Un perro enloquecido que me rasgó la chompa, 35 lucas con tarjeta ripley. Chechi cansada antes del concierto, no tiene precio.

Chapé otro taxi y llegué casi con las justas para entrar. El estadio estaba practicamente vacío y agarré la primera fila de the one i love. Y ahí empezó el desbande. Desde allá se ve mejor, ok. Pero de más allá se ve mejor, vete pues. Y así de un grupo de como 10 puntas quedé solo con 2 amigas. así es la vida.

cuanta pasa cuanta fruta

Todos querían ir ese día al estadio nacional. Desde un amigo que se daba de cabezazos porque se iba de viaje hasta un perrito que se coló a man on the moon y se perdió entre toda la gente de adelante. Qué triste. Hasta un perro amarillo de construcción tiene más poder adquisitivo que todo the one i love. Y todo porque la plata no chorrea para todos por igual.

Deprimida por semejante comprobación, me compré un vaso de chela para ahogar las penas y me senté con los demás a esperar que todo esto empiece. Todo iba bien hasta que apareció una chica, con pinta de pituca y alma oligarca, que se plantó en frente de nosotros a gritarnos que era una falta de respeto que estemos sentados y ella de pie, supuestamente aplastada por la multitud. En exclusiva, tenemos un close up de su expresión desbocada en esos precisos momentos:

menopausia online

Luego de dejarnos en claro que esto no era un picnic ni woodstock a gritos, todos la miramos un toque y seguimos conversando sentados. Su chato cuerpo vibró al ritmo de su creciente ira e, invadida por los espíritus sobrevivientes de la república aristocrática del Perú, empezó a llamar (también a gritos) a un VIP quien, invadido también por la humillada cerviz, nos ordenó levantarnos. Unos grillos cantando como sonido de fondo fueron su respuesta. Hasta que una de mis amigas, harta de los chillidos de la pituca, zanjó el tema con una frase histórica:

"¿O sea, la culpa de tu aplastamiento la tiene todo el estadio nacional?"

En serio que dio ganas de aplaudir. Porque luego de eso la tipa se fue para no aparecer más. Murió socialmente, en vivo, en directo y desde el estadio nacional. Y con una L de loser. Pero así son las cosas, de todos modos Velasco no pudo haber acabado con todos esa vez.

ajá, oligarcas no?

De ahí empezó el concierto con los Turbopótamos, o como dice la página oficial de REM, Turbopotomas. Bien telas, con canciones que sonaban igual, y cantando que querían una chola del jet set. Pasa nomás. De ahí Cementerio Club con el mismo set monse pero crecidos por estar tocando ahí, tanto que uno de ellos se mandó un rollo contra la cumbia y el reguetón a la vez que hablaba de la diversidad y balbuceaba una canción en inglés. Eso sí que me indignó, porque con Tongo, la Tigresa y con chateando en la computadora nadie se mete, y mucho menos un grupo de pelagatos dándole a la guitarrita. Doctor Monique, toma medidas urgentes por favor.



ven tu por que a nadies se adora chateando en la computadora


Pero pasado el momento de vergüenza ajena, empezó lo bueno. Porque lo bueno viene en inglés y con bulla. Salió Travis, y una primera impresión que tuve fue de shock al ver que habían cambiado a su vocalista por Justin Timberlake. ¿Juat?

Ahora solo falta Timbaland


Claro que después me puse los lentes y vi que no había lugar a ese cambio. Tocaron muy bien, yo saltaba y cantaba muchos de los temas y los gringos se portaron bien. Gracias y chau. Otra vez se prenden las luces y es hora de llamar a algún VIP o MEDICUS para la foto de rigor con el estadio de fondo. Ay qué bonito.

¿Los peruanos unidos?

Las luces se apagaron otra vez y ahora sí llegó la carnecita (o mejor dicho, la pelada de Michael) REM llegó con harto punche y 3 pantallas que te hipnotizaban. En ese momento envidié a mi hermana, que estaba allá adelante y en primera fila. Y es tanta mi envidia que estoy colgando sus videos en mi canal de youtube para pasarlos como míos. Porque soy muy mala.



Estuve ahi casi hasta que acabó la primera parte del show. Luego tuve que ir a buscar a una amiga que llegó a las 10 de la noche y de la cual me informaron que daba vueltas olímpicas por la pista atlética gritando mi nombre, además de que empezabamos a sentir las consecuencias normales del consumo de líquido. Ni modo, me fui al fondo y por fin, felices y juntos, yo y mis amigos vimos el resto del concierto. Lástima que unos borrachos peleando nos malograran Losing my Religion pero bacán pues. Ahí estábamos, hablando, comiendo choripan y con REM tocando al fondo. Un cuadro muy bizarro pero a la vez chevere. Y como en verdad me emocioné, esta es una imagen del concierto desde el escenario:

snif

Todo se acabó a medianoche. Como en los cuentos, aunque creo que nadie perdió un zapato. Llegué a mi casa a eso de las 2, muerta de sueño pero feliz, porque para mí hubo 2 shows, el de la pituca y el de allá en el escenario. Gracias chica oligarca, que sin tí fácil que moría de aburrimiento y no tenía nada qué decir en mi blog. Pero ahora, cómprate un bosque y piérdete ¿ya?

3 comentarios:

mandr dijo...

malazo! agradecele a tu amiüito mandr que te coló a ti y a tu larga cabellera XD y gracias por acompañarme a la boletería. Todo hubiese sido bonito si tu diablito anti mandr no me mandaba al ese más allá que tu dices XD te hubieras ganado con la emoción de PaoLa al ver a Turbopótamos! jajaja si wai

Anónimo dijo...

ay, pero si hubo pituca... ahí la veo en una de las fotos. es rubia y se hace pasar por ventrilocua. locuaz, como ella sola.

La administración dijo...

oh mai gash! tengo que actualizarme en tu blog....si! y esa foto, dios....el logotipo positivo.....chehich te extraño! ya terminaremos finales....