semana de parciales

Esta semana está bien pesada. Primero, empezaron los parciales, aunque la cosa está fácil por ahora. Hasta Huguito Aguirre nos despachó al toque de su parcial de comunicación para el desarrollo porque tenía que irse de viaje, aunque no me hizo gracia levantarme temprano para ir un toque nomás. Pero así es.

Y no se imaginan...anoche hubo un temblor!!!

noo! en seeeriooo?

No estuvo tan fuerte como otros pero como la gente anda con el trauma del 15 de agosto vi por ahí a algunos saliendo disparados de sus casas y saturando las líneas telefónicas con llamadas larguísimas contando qué hicieron, qué dijeron, que si se hicieron la pichi o no, etc...y después le echan la culpa a telefónica!

Por mi parte, yo a esa hora estaba viendo Dr House con mi hermana y aunque fueron un par de buenos remezones no me pareció cosa suficiente como para asustarse, a lo mucho solo para acordarme cómo mi hermana inexplicablemente empezó a aplastarme contra la puerta y que a mi otro hermano el temblor le llegó al píloro y jamás salió de su cuarto.

Pero hoy, ya repuesta del aplastamiento, tengo que ir a estudiar para el examen del jueves. Y es un montón pero no quiero ir a leer todavía. Así que sigo...

En estos días he estado leyendo sobre el asunto del campus este de la PUCP. Es curioso que la mayor queja que se dice es que "la universidad se está haciendo empresa". Pues bien, creo que hace rato que la cátólica es una empresa.

No hay que ser tan cuidadoso para ver que, entre el horroroso edificio MacGregor (que por cierto todavía no sé para qué sirve, además de para arruinar la armonía de todo el campus y para quién sirve, aparte de para los que llevan maestrías y pueden pagarlas), los cada vez más cachimbos que se ven perdidos por ahí viendo al venadito y a la ardilla y las cafeterías donde el almuerzo es casi casi un mito urbano que estamos hasta las webas. Cada examen de admisión significa más facilidades de ingreso, por lo tanto, más cachimbos, o sea, MÁS PLATA. Y de los potenciales cachimbos, conviene captar a los que más pueden pagar, por eso les construirán una sucursal cerca a sus casas. Y además no les exigirán demasiado académicamente, no vayan a irse a la competencia (Lima, UPC) Si eso no es tener mentalidad de empresa entonces qué es?

Pero lo más importante de todo es que con este asunto se empieza a caer ese mito de la católica como universidad inclusiva, humanista, exigente, etc. Si es que cada vez la valla de ingreso es más baja y dan más importancia a la cantidad que a la calidad de alumnos, ya no puede hablarse tanto de exigencia, y si se construye un nuevo campus en lugar de invertir en mejorar la infraestructura del de siempre ya no puede hablarse de inclusión, convivencia y esas cosas que le achacan a tenernos a todos juntos y revueltos en Pando. ¿O es que se puede hablar de esas cosas mientras por otro lado se hace lo contrario?..oh, claro que sí, ahora que recuerdo, está la carta de Salomón a GPUC, claro.

Esas cosas son las que me hacen pensar en que lo único que quiero es acabar mi carrera y no saber más de la católica.








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