Una crónica desdentada de octubre

Octubre. Mes de milagros (sic), de procesiones, de atoros de tránsito, de temblores y de clichés. Y de resignación ante la fatalidad del destino cuando una quiere llegar a alguna parte y se da de cara pelada con esto:

mamaaaaaa!!

No entiendo mucho de la procesión, así que haría mal en hablar de eso. Pero sí puedo hablar de los pequeños absurdos que rodean a toda esta parafernalia masiva. Y el primero en la lista es el turrón. Ya sé que turrón hay en todos lados, pero el de acá es diferente. Esa textura entre pegajosa y arenosa, su forma de ladrillo que lo hace primo hermano del king kong y que por consiguiente también hace que compartan ese mismo atributo de trancaculos que Sandra Plevisani bien hizo en darle al dulcecito del norte, con la diferencia de que el king kong es rico y el turrón no.

a ver pues, métele diente

Detesto el turrón. Es dulce hasta el escándalo, su masa amarilla y seca está salpicada de simpáticos granitos de anís, lo cual termina por construir una forma de ladrillo cubierta por un menjunje pegajoso y que es imposible de sacar de los dientes cuando tienes la mala suerte de probarlo. Y para rematarla claro, los caramelos. Esas balitas de colores, potenciales agresoras de tu integridad dental son la causa, lean bien señores del extranjero, de que hayan tantos peruanos desdentados. Ahora, cómo es que todos esos son los que precisamente salen en la tele es otra cosa. En suma, el turrón es un castigo de dios. Y te baja los dientes sin distinguir a quién. Sino que lo diga Laura Bozzo, a quien, por una justicia poética, se le cayó la dentadura en público. Qué roche, seguro se había atracado con harto turrón.


ay el turrón

Pero aún comprobado su poder generador de caries, el turrón goza de buena salud e incluso es exportado, para delicia de los más insensatos consumidores. Pero este no es el único producto peruano que ha comprobado su peligroso potencial. South Park, con su excelentísima autoridad, nos ha abierto los ojos a una realidad que ignorábamos estúpidamente: la música folclórica peruana y los cuyes son una amenaza para el mundo. Y de los músicos no hablaré, porque su infecciosa presencia invade las miles de ferias que el alcalde ha tenido bien en regalarnos, en las cuales no solo tenemos música, sino panes gigantes y chicharrón vegetariano. Y los cuyes, vamos, no sólo pueden ser mágicos y dar plata, sino que también pueden ser el centro de un súper atracón. Porque el cuy es rico y el turrón no.

ven a la sartén!

Me pregunto cuánta carne se podría sacar de un cuy gigante o del cuy mágico que también se ve bien alimentadito. Alcanzaría para toda la tropa supongo, y ahora que el pollo anda tan caro sería genial tener cuyes gigantes. Y ya hablar de eso me dio hambre, permiso.

7 comentarios:

Neko-Daniel dijo...

Aquí mi gran manzanazo!!:

"Señorr...de los Milaaagrooss...!! a tiii veniimoss en proocessiióooonn!!...tus fieeeleess devootoss...a immploraaarrr tu bendicióoonnn!!!....


Y no sigo con el "Faro que guía a nuestras almas" porque justo mi madre trajo un riquísimo turrón!!(Crunch! Crunch!)^^! no sabes de lo que te pierdes!!...aunque confieso que después da mucha sed:( pero hasta ahora no he conocido ningún caso de alguna persona que se le haya caído los dientes con tan sólo probarlo...lo de la Bozzo es porque ya está bien matada la tía!!XDD!


Menjunje??...Pero si es miel salida del horno!! si tiene ese aspecto es porque obviamente está todo empaquetado y procesado o expuesto ahí en las tiendas!! No quiero ser un activista PRO-TURRON dado que tuve la mala experiencia de comprar un turrón de Bimbo, me gustan los turrones clásicos, pero el de Bimbo NO PASAAAAA!!


Lo del cuy es una buena alternativa!!...y con respecto a la música peruana (pero netamente peruana, es decir, no estoy hablando de la Dina Paúcar, Sonia Morales y demás ¬¬...) lo único que podría decir sobre esto es: "QUE SE PUEDE ESPERAR DE SOUTH PARK??!!"...


Saludos!

La administración dijo...

¿Que tenia que ver la procesion con el turron?
Una hipotesis es que el MES MORADO, o del señor de los milagros, reivindica lo negro. Así es. Pensemos en el turron de doña Pepa, una mujer negra, de mediana edad que prepara COMIDA para ganarse la vida. Lo cierto es que lo negro no puede ser asimilado tan facilmente sino que hay que ponerle PEPITAS DE COLORES, para que no sea tan oscurito. Ahora bien, el turron al que se refiere la señorita CHECHI, en el blog, es claramente una alusion a un turron que ha pasado por una transformacion en su pigmentacion. Sabes por que los dientes de laura bozo tenian manchitas negras? porque el verdadero color del turro es NEGRO.
Por lo tanto, el mes de LOS MILAGROS, significa que un NEGRO, se puede sentar a la mesa contigo y/o COMERSE A UN NEGRO, es para muchos, una experiencia santa.

Neko-Daniel dijo...

"En cuanto a lo "NEGRO"..no estará relacionado con el King Kong??

Lalo dijo...

El Kin-Kong es rico y el Turron no? Cierto!

El Cuy es rico y el Turron no?
Mas cierto aun!

Ahora hay q hacerse un post sobre el "Habito Morado" PLIS! XD

Chechi dijo...

Lo de el turrón y los negros suena interesante. ¿Podría decirse entonces que hay un nexo entre las exportaciones de turrón y la probable victoria de Barack Obama en EEUU? Pues, aunque el señor Obama no sea precisamente negro sino más bien sacalagua, según la sabia nomenclatura colonial, creo que hay razones para relacionar la reivindicación de la gente de color serio a través del pegajoso ladrillo del que hablé en este post. Sigan colaborando con tan interesantes opiniones por favor XD.

Neko-Daniel dijo...

Del turrón a Barack Obama...hmm...very interesting!

Anónimo dijo...

Una de las cosas que recuerdo de pequeño era ir (contra mi voluntad) a las procesiones de octubre y soportar la mezcla de olores y actitudes. El premio de soportar toda esa mierda era el turrón. El turron es rico, pero solo una porción, porque después hostiga. Se asocia con lo negro lo mismo que la mazamorra, que al ser negra tenia que tener su contraparte, el "arroz con leche". Y me imagino que algún precursor del "NO AL RACISMO" decidió juntarlos dando una cosa media rara que es, si no esta bien preparada, un verdadero trancaculos.